Comunistas y el movimiento obrero donostiarra en los años 30

El grupo inicial de Donostia de la Federación Vasco-Navarra del Partido Comunista de España en 1927 estaba formado por 11 comunistas que se abocaron a la organización social y sindical: Juan Astigarrabia, Jesús Miguel, Rafael Marín, Ricardo Urondo, Pastor, Moriones, Félix Cuenca, Jesús Larrañaga y los hermanos Luis, Agustín y Sebastián Zapiraín.

Se convirtieron en cuadros sindicales de los sectores de madera, comercio, alimentación, artes gráficas, metal y construcción. Trabajaban en la Federación Local de Sociedades Obreras (FLSO) de San Sebastián que tenía su sede en el número 7 de la calle del Puerto en la Parte Vieja. En mayo de 1930 participaron en el Primero Mayo que había estado prohibido por la Dictadura de Primo de Rivera. El 5 de mayo tuvo lugar una huelga de peones y de los trabajadores de la empresa de vagones Múgica.

El 15 de mayo se pusieron en huelga los trabajadores del sector de la Madera que chocaron con las fuerzas de policía. El 18 de mayo la FLSO realizó una manifestación para pedir la libertad de los obreros detenidos que salió de la Plaza de Guipúzcoa, recorrió el Bulevar y llegó al gobierno civil en la Calle Oquendo. El 2 de setiembre la policía hirió a un trabajador de pescaderías al reprimir una manifestación de este sector. El herido murió y la FLSO convocó huelga general de 24 horas en protesta por este suceso. En esta agitación se ganó gran simpatía de las masas Jesús Larrañaga Churruca como me relató para mi investigación sobre Jesús, el camarada hoy fallecido Victorio Vicuña, conocido en la resistencia como “Julio Oria”: “Donde iba se hacía querer enseguida. En sus intervenciones improvisaba. Cogía el elemento sobre el cual estaba centrada la gente y sabia conectar con el sentimiento de la gente con una habilidad tremenda”.

Frontón Urumea
El 1 de mayo de 1931 el Partido Comunista realizó un mitin en el Frontón Urumea para incorporarse a la manifestación de la FLSO por el centro de la ciudad. Abrían la marcha 14 taxis con banderas republicanas, la Banda Municipal, la bandera de la FLSO y estandartes de varios gremios profesionales. Los comunistas cerraban el cortejo cantando la Internacional y dando vivas a Rusia. En el gobierno civil entregaron un pliego de 10 puntos correspondiente al programa del partido.

Los comunistas dirigieron la huelga de pescadores de Pasajes de mayo de 1931. Juan Astigarribia era el presidente del sindicato de pescadores. Estos trabajadores sufrían duras condiciones de explotación. Pedían un salario mensual de 300 pesetas, un descanso de tantos días como domingos hubieran pasado faenando en el mar y una jornada laboral de 14 y 15 horas. Los patronos se negaron a aceptar las demandas. El día 27, más de 2.000 manifestantes caminaron de Pasai San Pedro hacia Donostia. En la cabeza una pancarta decía: “Queremos pan para nuestros hijos”. A la cabeza iban los comunistas Juan Astigarribia, Jesús Larrañaga y Luis Zapirain. En el Alto de Miracruz un cordón de soldados del Regimiento de infantería les dejaron pasar. Pero en Ategorrieta una barrera de guardias civiles abrió fuego contra los manifestantes pacíficos. Hubo una decena de muertos y una treintena de heridos. El Comité de Huelga formado por miembros del PCE y de la CNT y de los pescadores de Pasaia y Donostia convocó huelga general.

Fuerzas militares irrumpieron en una taberna de Martutene donde se reunía dicho Comité y detuvo a 11 personas. Jesús Larrañaga y dos camaradas más lograron escaparse lanzándose por un terraplén. El gobernador militar proclamó el estado de guerra en toda Guipúzcoa. El Sindicato de Obreros Vascos ligado al nacionalismo católico y el PSOE se opusieron a la huelga. El dirigente anarquista Manuel Chiapuso me contó: “Fernando Sasiaín que en aquel momento era alcalde de San Sebastián me dijo en Bayona estando un día en el Gobierno vasco que más culpable que Astigarrabia fue Larrañaga porque le insistió a Astigarribia. Según parece Astigarribia tenía reservas para hacer esa marcha sobre San Sebastian y Larrañaga fue quien le empujó”. Esta versión confirma la opinión de dirigente audaz que de Jesús me dio su camarada Sebastián Zapirain: “así como era dinámico para la acción, arrojado, sin ningún temor de nada, en otro ángulo era un hombre que todo lo tomaba con sonrisa”. Era el líder más relevante de la clase obrera de Donostia y su comarca y en medio de los acontecimientos trágicos derivados de la sublevación fascista del 18 de julio de 1936 se convertiría en el líder comunista vasco más carismático y uno de los más heroicos del Partido Comunista de España.

Las elecciones a Cortes constituyentes realizadas el 28 de junio de 1931 en la que la lista del PCE en las que estaba el secretario del Partido José Bullejos, Juan Astigarribia y Jesús Larrañaga recibió 1.301 votos, pero la influencia que el Partido iba adquiriendo en las masas iba en ascenso entre la clase trabajadora y superaba ese número de votos.

En 1932 el PCE realizó en Donostia su Conferencia Sindical a escala de toda España. 350 delegados aprobaron constituir la Confederación General de Trabajo Unitario (CGTU). Los comunistas locales no descuidaron el trabajo de agitación social. Protagonizaron audaces acciones en la ciudad para llamar la atención de la condición de los obreros desempleados y pedir que se atendiesen sus demandas. En Donostia había censados 650 obreros parados y 6.990 en el conjunto de la provincia.
Zapirain me describió el carácter del trabajo que realizaba el Partido: “Nosotros éramos más socio-políticos que político-sociales. Nuestra lucha no era si somos un partido testimonial o un partido de carreras o una alternativa de poder. Lo nuestro era resolver los problemas sociales, la revolución social. A diferencia de otros partidos, el nuestro se asentaba mucho en los sindicatos. Hacíamos mucha vida social reivindicativa y no había comunista, sobre todo en Guipúzcoa, que no tuviese a su vez un cargo sindical”.

José Antonio Egido: Sociólogo