Testimonio de Marcelo Usabiaga sobre Melitón Manzanas.

“INICIATIVA JUDICIAL DE IZQUIERDA UNIDA, PARA LA RETIRADA DE SU MEDALLA AL MÉRITO POLICIAL”.

ACTA DE PRUEBA TESTIFICAL En DONOSTIA – SAN SEBASTIAN, a veintiocho de mayo de dos mil tres. HORA:10,30.

TESTIGO
Nombre y apellidos MARCELO USABIAGA JAUREGUI
Abierto el acto
señores/as Letrados, Procuradores y
comparece el TESTIGO también indicado que presta juramento / promesa de decir verdad. Por S.S’. se le instruye de las penas con que el Código Penal castiga el delito de falso testimonio manifestando que queda enterado.
Seguidamente el/la testigo es examinado/a a tenor del pliego de preguntas y repreguntas acotadas para el mismo,

DECLARANDO:
A LAS GENERALES DE LA LEY: que su nombre y circunstancias son las que han quedado expresadas y que no le comprenden las demás circunstancias que le han sido explicadas.
A la 1ª: Que lo conoció personalmente porque, el referido Melitón Manzanas, le detuvo al declarante en un piso de la Calle de San Martin, frente al Buen Pastor. Que los llevaron a la Comisaria de Irún.
A la 2ª: Que lo conoció en el momento de la detención en el piso de la calle San Martin. Que sabia que era Manzanas por que los otros policías le llamaban por ese nombre.
A la 3ª: Que efectivamente fue interrogado directamente por el señor Manzanas cuando fue detenido. Que Manzanas quería saber quien le dijo a Lapeira que el declarante estaba en el piso de la calle San Martin.
A la 4ª: Que los interrogatorios, como ha dicho antes consistieron en que Manzanas quería saber quien le dijo a Lapeira que el declarante estaba en el piso de la calle San Martin.
Que en el piso en que tuvo lugar la detención, le pegó en dos ocasiones violentamente. La primera vez fue en la cocina nada mas detenerle y le dio una fortísima patada en los testículos, al mismo tiempo que le decía que “ahora se iba a enterar de lo que era bueno”. Que posteriormente cuando vino Lapeira otra vez le pego varios golpes al declarante, porque el declarante no había avisado que Lapeira iba a venir al piso.
Que después le llevaron a Irún. Que en la Comisaría de Irún, el jefe parecía ser Manzanas. Que al poco de llegar al declarante lo metieron en un cuarto a él solo y en dicho cuarto entró Manzanas. Aquí nuevamente el señor Manzanas amenazó y pego un fuerte golpe con la rodilla en los testículos al declarante.
Posteriormente, Manzanas, llamó a dos policías nacionales armados, y le dijo que se lo llevaran que no tuvieran ningún tipo de contemplación con el declarante y que a la más mínima que le mataran. Los policías se lo llevaron y el declarante pensó que le iban a matar, pero lo llevaron a la nueva Comandancia Militar que estaba en la Avda de Francia.
Que en la Comandancia Militar estuvo una semana. Que a la Comandancia iba casi todos los días el señor Manzanas sobre media mañana. Que el señor Manzanas, cuando iba, le ataba al declarante las manos por detrás y luego le hacía descalzarse. Que a cada momento el señor Manzanas pisaba fuertemente los dedos del pie descalzos del declarante. Que esa operación la efectuaba a lo largo de todo el interrogatorio, y dicho interrogatorio se produjo a lo largo de casi todos los días que estuvo detenido en la Comandancia. Que estos pisotones en los dedos descalzos, al declarante le producían un grandísimo dolor.
Que alguno de los días también, el señor Manzanas, le propinó fuertes golpes en la parte del estomago. Que la única persona que le pego al declarante fue el señor Manzanas.
A la 5ª: Que efectivamente sufrió un simulacro de fusilamiento y se produjo en las circunstancia que ha relatado más arriba, es decir cuando el señor Manzanas, ordenó a dos policías armados que le trasladaran y les dijo en presencia del declarante “bueno ya sabéis, a éste sin compasión, y a la mínima fuego”. Que esto lo interpreto el declarante como que lo iban a fusilar.
A LA 6ª: Que sí, que fue el propio señor Manzanas.
A la 7ª: Que los días que estuvo en la Comandancia de Irún, que fue una semana, cree recordar el declarante.
A la 8ª: Que el declarante no vio que el señor Manzanas recibiera órdenes de nadie y sin embargo si vio que el señor Manzanas daba órdenes a otros.
A la 9ª: Que el declarante no sabe.
A la 10ª: Que el declarante estuvo 21 años en la Cárcel y como estaba en libertad condicional, tenía que presentarse todos los medes en la Audiencia de San Sebastián, pero dicha Audiencia le dijo que en vez de presentarse en la Audiencia debía hacerlo en el Cuartel de la Guardia Civil de Hernani. Que no obstante un domingo recibió una llamada telefónica del señor Manzanas y le dijo que fuese al Gobierno Civil. Que allá lo estaba esperando el señor Manzanas y le dijo que en lo sucesivo debía de presentarse todos los domingos ante él en el Gobierno Civil. Que el declarante así lo hizo y todos los domingos el declarante estaba sobre media hora en el pasillo sentado. Que delante de él pasaban frecuentemente policías y otras personas. Que bastantes policías cuando pasaban delante del declarante se le quedaban mirando y le decían “éste es el cabrón de Usabiaga” y continuaban. Que Manzanas lo tenía allá situado para vejar y humillar al declarante, y le hacía ir todos los domingos al Gobierno Civil aun cuando lo única obligación legal que tenia era la de ir al Cuartel de la Guardia Civil de Hernani. Que trabajando el declarante en Orbegozo, también ha tenido algún incidente con un trabajador y con un Comisario de policía, que el declarante sospecha que fueron por motivo del señor Manzanas.
A la 11ª: Que aproximadamente durante un año.
A la 12ª: Que ha oído en varias ocasiones que el señor Manzanas había pegado y torturado a varias personas, pero son comentarios, que los ha podido oír cualquiera. Que no obstante cuanto estuvo detenido en la Comandancia de Irún, el tercer día que estuvo detenido oyó muchos ruidos y gritos en la habitación de abajo de la que estaba el declarante y que a consecuencia de esto el declarante puso el oído en el suelo y puedo escuchar que una voz que era la del señor Manzanas decía gritando “cuidado, cuidado, que se nos va; traed una botella de coñac”. Que en aquel momento no supo a quien estaban maltratando pero después pudo saber que dicha persona era Javier Lapeira. Que también ha oído que a Rafael Iglesias lo mataron en la Comisaria aunque luego apareció ahorcado. Que Rogelio Fernández, que tenía una imprenta en Irún. también le dijo que Manzanas le había torturado en Comisaria.

Leída la presente es hallada conforme siendo firmada por el declarante, que se ratifica y firma con S.S’. y demás asistentes, conmigo el/la Secretario. Doy fe.