10 razones para estudiar la Comuna de París en el siglo XXI.
Seguramente el lector desconoce que en 1871 la clase trabajadora de París instauró de manera revolucionaria en 1871 el primer Estado obrero socialista de la Historia. Antes hubo algunos embriones estatales impulsados por objetivos de justicia social. Pero la Comuna de Paris fue la primera experiencia en la era del socialismo con la bandera roja al frente. Experiencia ahogada en sangre con miles de muertos, encarcelados y deportados por la burguesía.
Para avanzar en la formación ideológica comunista, en la reflexión política y en la acción colectiva consciente hay algunas razones importantes que justifican dedicar tiempo en este 2021 a estudiar de la mano de Marx, Engels y Lenin esta grandiosa experiencia histórica.
1.- Conocer el método de Marx, Engels y Lenin de realizar el análisis político.
Marx a través de su obra “La guerra civil en Francia”, Engels a través de la introducción de dicha obra y Lenin a través de toda una serie de reflexiones expuestas en artículos, discursos y libros desde 1905 hasta 1919 construyeron un método científico que combina los análisis politológicos con los sociales para indagar en las razones profundas de los procesos sociales. La politología burguesa que se estudia hoy en las facultades convencionales se concentra en la apología del sistema capitalista, en vaciar de contenido el análisis científico y en ocultar las contradicciones sociales porque cuestionan, los pilares en los que se asienta el sistema: la propiedad, ya no sólo simplemente privada, sino en manos de una oligarquía financiera cada vez más reducida y poderosa de los grandes medios de producción, ya completamente monopolizados. El sistema capitalista acepta todo, cualquier novedad en materia de género, modas, ideologías delirantes, banalidades, medio ambiente o incluso forma estatal. Pero es intransigente en los puntos centrales de la reflexión de estos tres genios teórico prácticos.
2.- Descubrir que la Comuna privó a la burguesía del poder político y militar para implantar una verdadera democracia.
El Consejo de la Comuna lo formaron concejales elegidos por sufragio universal en los distritos de Paris. Responsables ante el pueblo y revocables en todo momento. Algunos eran famosos como el escritor Jules Valles o el pintor Gustave Courbet, otros desconocidos como el zapatero Gaillart o el estudiante Rigoux. Su primer decreto fue abolir el ejército permanente y sustituirlo por el pueblo armado, señala Marx en “La guerra civil en Francia”. La Policía fue convertida en un órgano de la Comuna revocable en todo momento ¿Ha perdido actualidad que el pueblo controle la violencia pública y no la burguesía?
3. Estudiar la organización democrática que planea el primer Estado obrero.
La Comuna fue un órgano ejecutivo y legislativo al mismo tiempo. Abolió el Estado burgués e implantó dos medidas revolucionarias. Primera: todos los cargos administrativos, judiciales y de enseñanza fueron elegidos por el sufragio universal. Los electores podían revocar en todo momento a sus elegidos. Se abolió la casta de burócratas, maestros y jueces al servicio del sistema burgués. Segunda: todos los funcionarios altos y bajos eran retribuidos como los demás trabajadores. Se acabaron los enormes salarios, privilegios, pensiones vitalicias y “puertas giratorias” hacia los consejos de administración de las grandes empresas que hoy son la recompensa capitalista a sus administradores políticos, ya sean presidentes, ministros o diputados. Engels denuncia en 1891 el sistema de partidos burgueses que se convierten en “señores” y dueños de la sociedad y del pueblo. Ya en EEUU se instalaron “dos grandes cuadrillas de especuladores políticos” que en el siglo XXI en España son los partidos y coaliciones del sistema, bipartidismo o multipartidismo, muchos de ellos apoyados de distintas maneras por el gran capital. Engels recuerda que en una república democrática burguesa o bajo la monarquía “el Estado no es más que la máquina para la opresión de una clase por otra”
4.- Abaratar los costos de la administración pública
La Comuna al rebajar los gastos de representación y los grandes salarios de los altos funcionarios y al abolir el ejército permanente hizo una gestión pública más barata. De plena actualidad frente a los abundantes casos de malversación de fondos, altos gastos, robos al erario e inversiones ajenas al interés público.
5.- Invalidar el axioma superado de la fingida “independencia judicial”
Axioma sagrado para la democracia burguesa según el cual el poder judicial debe ser “independiente” de todo poder ejecutivo. Principio que fue revolucionario cuando lo planteó Montesquieu en el siglo XVIII contra la arbitrariedad de los tribunales del rey absolutista, pero contrarrevolucionario cuando sirve para el law fare, la farsa judicial orquestada para defender a la clase dominante. No es más que, dice Marx, una “fingida independencia” ya que la judicatura está sometida al poder político y económico por vía de las leyes vigentes que deben aplicar y que expresan intereses clasistas y además por vía de las componendas de las fuerzas en el poder para imponer a sus agentes al frente de los tribunales. Los magistrados, insiste Marx, “habían de ser funcionarios electivos, responsables y revocables”.
6.- Crear una economía al servicio de la sociedad
Hoy, cuando los servicios públicos, el gas, la electricidad, el teléfono, internet, la construcción, las obras públicas, la vivienda, la sanidad, las pensiones, los bancos, la industria, el transporte, el ocio, la alimentación, las medicinas, el comercio… están cada vez en manos de grandes monopolios cobra actualidad el decreto de la Comuna de ocupar las fábricas abandonadas por sus dueños y entregarlas a cooperativas obreras. Marx dice que la Comuna aspiraba a la expropiación de los expropiadores. Quería “convertir la propiedad individual en una realidad, transformando los medios de producción, las tierras y el capital, que hoy son fundamentalmente medios de esclavización y de explotación del trabajo, en simples instrumentos de trabajo libre y asociado”. Seguramente el socialismo pasa por grandes monopolios públicos controlados por la clase trabajadora y una red auxiliar de pequeñas empresas cooperativas.
7.- Estudiar la primera experiencia dirigida por la clase obrera.
Marx observa que fue la “primera experiencia en que la clase obrera fue abiertamente reconocida como la única clase social capaz de iniciativa social”. Frente a la estafa posmoderna que reemplaza el concepto “clase” por “multitud” este análisis sigue vigente hoy.
8.- Analizar la propuesta de liberar la enseñanza y la ciencia de los prejuicios de la clase burguesa.
Mientras la enseñanza y educación básicamente reproduce la ideología de la clase dominante plenamente vigente esta propuesta de la Comuna.
9.- Eliminar el chovinismo nacional para construir la unidad internacional de los trabajadores
Marx enfatiza el rechazo de la Comuna al chovinismo nacionalista que envenenaba y lo sigue haciendo hoy la unidad de los explotados. Dice que Prusia robó dos provincias francesas pero la Comuna “anexionó a Francia los obreros del mundo entero… Concedió a todos los extranjeros el honor de morir por una causa inmortal”. La Comuna designó al obrero húngaro Leo Frankel su ministro de trabajo y a dos obreros polacos sus jefes militares. Es un adelanto de las grandes epopeyas internacionalistas: las Brigadas Internacionales en la guerra de España, las misiones militares cubanas en apoyo de Argelia, Congo, Angola, Namibia, Etiopia y Sudáfrica y la ayuda soviética a España, Corea, Cuba, Vietnam y Afganistán.
10.- Conocer las limitaciones de la Comuna, pero su absoluta necesidad
Como dijo Lenin la Comuna se limitó a una sola ciudad, sufrió de la incomprensión del resto de los trabajadores de Francia y estuvo guiada por dos fracciones de los socialistas franceses, los blanquistas y los proudhomistas (también había jacobinos, anarquistas bakuninistas y otras) que no sabían lo que hacían. Hubo que esperar a la Revolución soviética para que el Estado obrero y campesino, el Estado soviético, se extendiese a todo un inmenso país y a una federación de repúblicas. Lenin en su “Enseñanzas dela Comuna” destacó dos errores de la Comuna: no haber expropiado el Banco de Francia y no haber derrotado militarmente sin titubear al gobierno burgués. Aun así, fue una experiencia revolucionaria que empujó toda una oleada de luchas que condujeron a la Revolución soviética en 1917, a la resistencia antifascista de los años 30 y 40, a la derrota del nazismo en 1945, a la Revolución china en 1949, a luchas anticolonialistas y a victorias de la clase trabajadora. De hecho, la Comuna aún derrotada, marcó la construcción histórica de un proletariado francés combativo que en el siglo XXI asombra al mundo con su rebelión de los “chalecos amarillos”, de un partido comunista que trata de reconstruirse, de un pensamiento marxista que sigue influyente a pesar de las victorias capitalistas y retrocesos revolucionarios.
De manera que la Comuna de París es un gran hito de la lucha de los oprimidos y explotados por construir un Mundo socialista que conserva vivas sus enseñanzas.
José Antonio Egído: Sociólogo