El Che de Korda

El Che de Korda

El Che de Korda.

Lo paradójico de esta fotografía es que a pesar de ser la foto más reproducida de la historia, no se enriqueció con ello.

Al emprender la aventura de recuperar la histórica cabecera de la revista de cultura que editaba el Partido Comunista de Euskadi durante la Guerra Civil, nos marcábamos un horizonte estratégico a la hora de elegir los temas monográficos, que se orientaría por tres vías, y una de ellas era la de la recuperación de grandes pensadores, poetas, artistas, que siendo inequívocamente comunistas, al haberse convertido en iconos, el sistema había conseguido adormecer su fibra revolucionaria.

En ese camino nacieron los números sobre Miguel Hernández, Picasso, o Frida Kahlo. Y seguramente quien obedece mejor a ese patrón de análisis es el Che Guevara.
Y es sobre todo una imagen del Che la que se ha convertido en un icono universal, de masas, la de la instantánea que le tomó el fotógrafo cubano Alberto Díaz, “Korda”.

La historia de esa fotografía ya es conocida, pero ya que resume muy el hecho de la experiencia artística y su inserción en las sociedades contemporáneas modernas, vale la pena recordarla. Cuando Korda contaba en cualquiera de sus entrevistas cómo había sido el momento en el que tomó esa foto, le arrebataba siempre la misma emoción.

La fotografía la tomó el 5 de marzo de 1960, en el cortejo fúnebre celebrado en la capital cubana para honrar a las víctimas del atentado que la CIA preparó contra el buque belga La Coubre, que transportaba armas para Cuba, en el puerto de La Habana. En ese atentado murieron cerca de 100 personas en dos explosiones, la segunda ocurrida treinta minutos después de la primera y mientras cientos de voluntarios estaban socorriendo a las víctimas de la primera bomba.

Korda, un reportero que cubría los principales actos de la Revolución, asistía a la ceremonia fúnebre que había organizado el gobierno revolucionario, y observaba a través del visor de la cámara a los dirigentes de la tribuna que presidían el acto, donde también se encontraban Jean Paul Sartre y Simone de de Beauvoir. El clima era silencioso, tenso, el de un duelo muy sentido. El Che, que estaba en la tribuna, desapareció un momento del primer plano de la escena y se fue detrás de Fidel, mientras dialogaba con él. Los ojos de Korda observaban el vacío que el Che había dejado, cuando reapareció para volver a ocupar su puesto en la tribuna y en el encuadre de la cámara. Korda vio al Che y se asustó. Vio unos ojos con una fuerza y un brillo que le sacudieron, que le lanzaron hacia atrás, hasta casi hacerle caer.

Así contaba Korda, preso siempre, aunque hubieran pasado muchos años, de la misma conmoción que sintió en aquel momento. Sufrió una experiencia artística, en la que se juntaron su ideal estético con su compromiso revolucionario, que cristalizaban en la imagen del Che. Por suerte, Korda pudo reponerse de la conmoción y tomar dos fotografías, en apenas un minuto, una de encuadre horizontal y otra de formato vertical, que descartó tras analizarla en el estudio, porque tras el hombro del Che aparecería la silueta de otra persona, y restaba pureza a la imagen. Al revelar la fotografía elegida, Korda le puso un título: “Guerrillero Heroico”, que acompañaba la potencia que él ya había sentido y observado en el encuadre. Supo enseguida que era una foto especial porque había captado en ella toda la humanidad del Che, los elevados ideales que le iluminaban las pupilas, su determinación de luchar por ellos hasta el fin, su fiereza, su belleza de hombre y de luchador, todo eso estaba en sus ojos.

La fotografía se hizo famosa años después, en 1968, cuando el editor de izquierdas italiano Feltrinelli buscaba una imagen del Che Guevara para la portada del libro póstumo del Che, “Diario en Bolivia”. Hasta entonces había permanecido guardada en el archivo de Korda, a pesar de que éste supiera de su valor icónico. Feltrinelli conocía a Korda, y se encontró con él en su estudio de La Habana, para pedirle alguna foto del Che poco vista. Korda le mostró su fotografía, que cautivó de inmediato al editor italiano. Fue la imagen que utilizó como portada del libro, un libro que tuvo una gran acogida entre el público. La imagen corrió como la pólvora, y muy pronto se divulgó en pósters y carteles, que sirvieron para alentar la lucha de los jóvenes, de los estudiantes, de los movimientos sociales.

Lo paradójico de esta fotografía es que a pesar de ser la foto más reproducida de la historia, (se ha computado ese dato y es así), de reproducirse millones de veces, en murales, carteles, objetos, camisetas, Korda no se enriqueció con ello. Nunca quiso ejercer su derecho de autor, porque compartiendo la ideología del Che, le gustaba su divulgación, y pensaba que ya que había muerto, la foto lo mantenía vivo en las ideas y multiplicaba su obra. Sólo una vez ejerció Korda su derecho de veto e impidió su uso, cuando esa fotografía del Che quiso ser usada como imagen publicitaria por una marca de vodka.


Esta actitud de Korda nos demuestra que, en este caso, a diferencia de lo que enunciábamos al principio como un peligro, la amplia difusión de la imagen del Che no ha supuesto ese riesgo que señalábamos, el de la trivialización y banalización por el consumo de las ideas de la persona convertida una vez convertida icono. Al parecer de Korda, la reproducción y multiplicación de su foto entre las masas, ha ensanchado la figura del Che, ha alimentado los sueños revolucionarios en los jóvenes de todo el mundo, y ha servido durante generaciones como un imán para acercarlos al compromiso, a la lucha por la justicia social, al combate para transformar la vida. Si preguntamos en cualquier lugar del mundo por el Che, o le mostramos esa foto, lo conocen, y lo admiran.

Podemos decir, analizando la foto de Korda, que en este caso se demuestra que una imagen artística, que llega hasta la verdad del personaje, y es capaz de mostrarla, puede convertirse en un altavoz de sus ideas, y extenderlas, amplificarlas. Es lo que consigue esa foto, que veamos toda su lucha áspera como guerrillero, en Sierra Maestra, en el Congo, en Bolivia, que veamos a un hombre que se jugó su vida, y la dio, por sus ideales, que veamos esa verdad, y nunca a un burócrata del pensamiento. Sino que veamos a éste vivo, ardiente, en acción, a través de su mirada encendida, y que nos llama a unirnos a su causa.

Ése es un aspecto central de la importancia de la batalla de las ideas en el terreno de la cultura, y me atrevo a decir que también en el terreno político, el de saber transmitir nuestra verdad, toda nuestra humanidad, y nuestra pasión por esa verdad y esa humanidad; como lo hace el rostro del Che en la foto de Korda.

Miguel Usabiaga: Escritor, Arquetecto,.Director de Herri

 

 

 

«Coyuntura»

«Coyuntura»

«Coyuntura»

Pero esta coyuntura no nos debe frenar sino todo lo contrario.
Es necesario que el PCE y las y los comunistas sigamos cohesionando el espacio político e impulsando la política de convergencia de la izquierda y la unidad popular.

Cuando dábamos por concluida la peor fase de
la pandemia de la COVID-19 y remontábamos los índices de empleo y actividad económica, la guerra en Ucrania nos enfrenta a una nueva crisis humanitaria y política con igualmente complicadas consecuencias laborales económicas y sociales.

La más grave, la crisis energética provocada por el incremento de los precios de los hidrocarburos, especialmente el gas y el petróleo, y el consecuente y abusivo incremento de las tarifas eléctricas, debido al segmentado sistema europeo de cálculo de la tarifa eléctrica, que tarifica toda la energía eléctrica según el más caro de los componentes de su obtención.

A pesar que el desempleo ha bajado a índices que no se conocían en España desde hace más de 15 años y que, debido la reforma laboral, ya más del 50% de los contratos de trabajo en nuestro país son contratos estables, una inflación desorbitada debido al incremento de la electricidad está a punto de provocar una peligrosa situación de estancamiento económico que, sin duda, dificultará la intensificación de las políticas de mejora de las condiciones de vida de los trabajadores.

Paralelamente en todo el mundo se expanden y avanzan las fuerzas políticas de la ultraderecha que ya han consolidado importantes espacios de gobierno en Europa, como es el caso en Polonia, Hungría, y Austria. El avance del neo fascismo, la ultraderecha y el autoritarismo pone nuevamente en riesgo todas las conquistas obreras, populares y democráticas de los últimos cien años y nos muestran que incluso los derechos que creíamos más consolidados deben ser defendidos permanentemente, frente a los intentos de las oligarquías de acabar con ellos.

Los avances de la izquierda en España en los últimos años, como consecuencias de procesos de convergencia política surgidos después de las movilizaciones del 15 de mayo del 2011 contra la crisis económica iniciada en 2008, han sido contestados por las oligarquías económicas con el impulso a nuevas fuerzas políticas en la derecha. El objetivo ha sido contrarrestar y frenar el avance del espacio político de Unidas Podemos, una de las pocas expresiones de la izquierda transformadora en gobiernos de la Unión Europea.

Hoy en España el acceso de la ultraderecha a los gobiernos es una realidad, por primera vez después el fin de la dictadura franquista, con la constitución del gobierno de coalición del Partido Popular y Vox en Castilla y León.

Paralelamente, hemos asistido a un rápido y traumático cambio de liderazgo en el Partido Popular ante la evidencia de que la deriva protagonizada por Pablo Casado podía llevar a su partido a la pérdida de la hegemonía política en la derecha en favor de Vox. No deja de llamar la atención que la excusa para proceder el golpe de mano interno para la sustitución de la dirección del Partido Popular haya sido la denuncia por su ex presidente de un grave caso de corrupción protagonizado por la familia de Isabel Díaz Ayuso.

El Partido Popular es estructuralmente corrupto y sus lideres son incapaces de sustraerse a la dinámica de apropiación de lo publico para sus intereses particulares, máxime cuando parece que sus permanentes corruptelas no le suponen un coste

electoral. La nueva dirección de Feijóo ha cambiado sus formas y el tono, pero sigue siendo el mismo Partido Popular que mantiene la estrategia de coordinación con la ultraderecha. El acuerdo de Gobierno en Castilla y León se ha sellado ya estando el Partido Popular bajo el control de Feijoo.

La ultraderecha expande su discurso político y cultural sin complejos y lo más peligroso es que ese discurso arraiga entre importantes sectores sociales, no necesariamente pertenecientes a las oligarquías económicas ni a las clases más altas. Expanden permanentemente un discurso antisindical y contra los derechos de los trabajadores y de las mujeres. Desprestigian a toda expresión de organización social, tachándola de “chiringuitos”. Para la ultraderecha cualquier derecho conquistado por las clases populares, incluso los generalizados a cualquier sector social, pueden ser anulados si obstaculizan el mantenimiento de los privilegios de las minorías económicas y las élites sociales.

La nueva dirección del Partido Popular ha hecho bandera política de dos propuestas, las medidas de apoyo a las familias y otra consistente en bajar los impuestos, renunciando a recaudar entre los que más tienen en un momento de intensificación de la crisis económica y social

El discurso populista de recortes fiscales oculta el negativo efecto que tendrían esas bajadas de impuestos para las clases medias y populares, trabajadores todos ellos, y en contra posición, los efectos positivos que tendría para todos aquellos que tengan ingresos o salarios superiores a 50.000 euros al año. En el primer caso las propuestas de Feijoo apenas suponen una reducción de 30 euros en la cuota a pagar en la declaración de IRPF, mientras que en el segundo segmento el de los que ingresan más de 50.000 euros al año esa reducción de la cuota fiscal a abonar superaría con los 1.000 euros.
Lo que en ningún momento aclara el Partido Popular es las partidas de los Presupuestos del Estado, y en especial de ayudas sociales o laborales, qué va a dejar de financiar en caso de que pudiera aprobar sus reducciones en la recaudación fiscal. ¿Acaso pretende dejar sin efecto o rebajar las prestaciones familiares y de cuidados por hijos de que disfrutan los padres y madres de este país desde la constitución del gobierno de coalición? ¿Piensa recortar los bonos energéticos para familias vulnerables o el dinero disponible y destinado a el abono de salarios de los trabajadores cuyas empresas se han acogido a los ERTES? ¿O quizás va a eliminar el ingreso mínimo vital o a reducir el importe de la prestación por desempleo?

Una reforma fiscal que únicamente explica la reducción de recaudación pero que no dice cuáles son los recortes en prestaciones y derechos que provocaría, no cabe duda que es una reforma fiscal que no atiende las necesidades de las clases trabajadoras ni de las familias.
El PCE e IU debemos impulsar que Unidas Podemos intensifique el trabajo en el gobierno de coalición para que el PSOE levante cualquier impedimento para la inmediata aprobación de la Ley de Vivienda que permite la regulación del precio máximo de alquileres, de la Ley de Familias propuesta por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, o de una reforma fiscal progresiva, que haga que paguen mas quienes mas ingresan. Y debemos conseguirlo rápidamente para evitar la utilización demagógica de cualquiera de estas reivindicaciones por la nueva dirección del Partido Popular.

Hoy ha quedado acreditada la falsedad de las agoreras advertencias de las tres derechas sobre las negativas consecuencias que sobre el empleo tendrían las subidas del salario mínimo interprofesional hasta los 1.000 euros o la reforma laboral. El Partido Popular, Ciudadanos y VOX, las organizaciones empresariales y la banca, llegaron advertir que la subida del SMI destruiría empleo, cuando la realidad es que en estos momentos España tiene el desempleo más bajo desde 2008, a pesar de la pandemia y la guerra.

También advirtieron de los supuestos efectos perniciosos de la reforma laboral, intentando incluso quitarle la dirección del proceso de diálogo social al Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz. Tres meses después de haberse aprobado en el Parlamento ya hay más trabajadores indefinidos que temporales en España. Pero la ampliación de los derechos sociales y laborales debe continuar en lo que resta de legislatura con la perspectiva de impedir que los incrementos causados por la subida del salario mínimo o la recuperación de la prevalencia de los convenios sectoriales sobre los de empresa -acordado en la reforma laboral- queden sin efecto real debido a una elevada inflación. Por eso es imprescindible alcanzar un acuerdo de revisión salarial entre los sindicatos y la patronal, acuerdo al que sin duda debe a contribuir el gobierno de coalición.
Una hipotética negativa de la patronal a cerrar dicho acuerdo debe impedirse con la convocatoria de movilizaciones laborales y sindicales que muestren que establecer mecanismos de revisión salarial claros y trasparentes es una reivindicación justa y ampliamente apoyada por trabajadores y trabajadoras, el único mecanismo para impedir que la crisis energética y la inflación provocada por la guerra de Ucrania dejen sin efectos las conquistas conseguidas por la clase obrera en estos tres últimos años.

Y para ello, no cabe duda que es imprescindible acabar con la guerra en Ucrania de forma inmediata. Una guerra en la que realmente se están enfrentando en suelo europeo dos de las principales potencias militares: los Estados Unidos y Rusia.
Rusia continúa financiando la guerra mediante la venta de gas a la Unión Europea, a pesar de las sonoras declaraciones de esta institución advirtiendo sobre sanciones económicas a Rusia, sanciones que en la práctica están devastando la economía de los países europeos que las han acordado, cómo se comprueba con la subida del precio de la electricidad y la consiguiente espiral inflacionista que afecta duramente a las clases trabajadoras.

A su vez, la guerra se ha convertido ya en un gran negocio para la industria armamentística y en especial en un gran negocio para los Estados Unidos, siempre ocupados en incrementar las ventas e ingresos de su poderoso conglomerado militar-industrial. También los Estados Unidos están utilizando este conflicto para incrementar su venta de gas a los países europeos.

España ya tiene desde marzo de 2022 como principal proveedor de gas a los Estados Unidos, a pesar de tratarse de un gas obtenido mediante fracking, técnica sumamente destructiva para el medio ambiente y que necesita un transporte a larga distancia desde EEUU a Europa, que incrementa la huella de carbono e incrementa el precio final por su previa licuación para el transporte y su posterior regasificación
Hay amplio acuerdo en reconocer que la sociedad española se sitúa muy mayoritariamente a favor del reconocimiento del derecho a la libre determinación del Sahara y a encontrar una solución al actual conflicto que garantice el reconocimiento de la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática. Por ello resulta más incomprensible que en estos momentos el PSOE haya decidido ser la única fuerza el escenario político español – como se comprobó con la fijación de postura por el Congreso a favor del derecho de libre determinación saharaui- que haya variado su posición respecto al apoyo de las resoluciones de las Naciones Unidas como la via mas realista y acorde con la legalidad internacional para solucionar el conflicto. Y precisamente este incomprensible giro se produce en el momento en que mas falta hace certeza sobre el mantenimiento del suministro del gas procedente de Argelia a España, suministro que ya se ha complicado por sumarse el PSOE a la posición unilateral de Marruecos y confrontar gravemente por ello con Argelia, el país que hasta hace un par de meses era el principal suministrador y más cercano de gas a España.

En esta coyuntura es realmente irresponsable que haya lideres políticos hablando de que la guerra en Ucrania puede durar años, justificando así los envíos de armas y criticando simultáneamente -por ilusos en el mejor de los casos y por pro rusos en el supuesto más torticero- a quienes critican la prolongación del conflicto y piden urgentemente la paz

Hace unos días la ministra de Defensa, Margarita Robles, nos sorprendía preguntando en público si la ministra de Unidas Podemos Ione Belarra iba a convencer a Putin para acabar con la guerra. La ocurrencia de Robles resulta más inoportuna aún considerando el actual escándalo sobre la posible escucha por parte del CNI a decenas de políticos catalanes y vascos, entre otras personas, actuación nada respetuosa con los derechos fundamentales y que aún no ha tenido explicación política alguna por la ministra de Defensa. A mayor abundamiento, es una provocación política espiar a los propios aliados de legislatura, es decir, a las fuerzas políticas con las que es necesario alcanzar permanentemente acuerdos para aprobar en el Congreso de los Diputados los proyectos de leyes remitidos por el Consejo de Ministros del Gobierno de coalición.

En todo caso, no es a los ministros o ministras de Unidas Podemos a quienes corresponde acabar con la guerra. Es la comunidad internacional a través de sus instituciones, gobiernos y en especial ministros y ministras de exteriores, quienes deben poner sobre la mesa de forma inmediata un plan de paz viable, iniciativa que debería estar impulsada y liderada por las Naciones Unidas y la OSCE. Un plan de paz que contemple el cese el fuego inmediato y el respeto por todas las partes contendientes al derecho internacional humanitario, es decir tanto a la población civil afectada por el conflicto como a los propios combatientes si quedan en situaciones de fuera de combate.

No cabe duda de que la única solución viable y duradera consiste en alcanzar un acuerdo que establezca garantías de seguridad compartida y cooperación civil sincera para todos y entre todos los países de Europa, por supuesto incluyendo a Rusia. Solo así será posible el fin de esta guerra y prevenir futuros nuevos conflictos. La misma solución que la comunidad internacional alcanzó, con una directa intervención de Naciones Unidas, en 1962 para acabar la denominada crisis de los misiles provocada por el intento de la Unión Soviética de desplegar armamento ofensivo a corta distancia de los Estados Unidos. Tan entendible resulta que la comunidad internacional garantizara en su dia que los Estados Unidos no iban a encontrarse con armamento desplegado por la Unión Soviética en sus fronteras, como debería resultar ahora que Rusia no debe soportar armamento desplegado por la OTAN en sus proximidades ni un cerco de la OTAN en sus fronteras.

Esta guerra podía haberse evitado por previsible, al ser consecuencia de la permanente expansión de la OTAN hacia Rusia desde la desaparición de la Unión Soviética tal y como nos han recordado muchas voces, incluso el anterior secretario general de la OTAN, el español Javier Solana.

Este análisis de coyuntura describe las situaciones mas difíciles y contradictorias que hemos soportado en los últimos meses. Como era de esperar cuando decimos conformar un gobierno de coalición, han sido múltiples los problemas que hemos enfrentado en una legislatura en la que la izquierda llega por primera vez a un gobierno desde la República, en una posición además de minoría. Más difíciles de gestionar esas contradicciones si cabe por la debilidad del propio espacio político de Unidas Podemos y la diversidad de actores y pensamientos que ahí confluyen.

Pero esta coyuntura no nos debe frenar sino todo lo contrario. Es necesario que el PCE y las y los comunistas sigamos cohesionando el espacio político e impulsando la política de convergencia de la izquierda y la unidad popular. En los próximos meses hay que poner en marcha el proceso político que supere los actuales limites de Unidas Podemos, su ensanchamiento, que requiere vincular a mucha mas gente, partidos y colectivos, que han estado o no dentro de UP a lo largo de todo el ciclo político anterior. Un proyecto más amplio donde volver a encontrarnos y que sea capaz de ilusionar y estimular la participación política de muchos sectores de nuestra sociedad que necesitan una herramienta renovada para organizarse.

Enrique Santiago: Secretario General del PCE

Poesía en voz alta.

Poesía en voz alta.

Poesía en voz alta.

“No es muy conocido un hecho decisivo para la literatura mundial, que le debe un enorme favor a esta pamplonesa, como es su participación en la construcción de la novela “Cien años de soledad”

María Luisa Elío.

Hemos dicho en la portada que dedicamos este número de Herri a las mujeres poetas, pero también al resto de escritoras, a las artistas, a las científicas, a las resistentes en suma, porque la poesía no es sólo un asunto de etiquetas, o de encadenado de versos y estrofas, también es una mirada a la vida desde la belleza y el compromiso.

Y se trata de un deber cívico, revolucionario, recuperar la voz de aquellas mujeres cuya obra fue eclipsada por los hombres que tuvieron a su lado, o por su propia condición de mujer, subyugada, doblemente oprimida, silenciada. Y en este espacio que más que de recuperación es casi de alumbramiento, por el olvido al que fueron sometidas, tiene un lugar preeminente la pamplonesa María Luisa Elío. Ahora, cuando la editorial Renacimiento de Sevilla ha publicado su obra completa reunida, se hace aún más oportuno este artículo, para hablar de ella, de su vida, y para incitar a su provechosa lectura.

María Luisa Elío nació en Pamplona en 1926, en el seno de una familia acomodada. Su padre, Luis, era juez municipal, y también presidente de los Jurados Mixtos de Trabajo de la capital navarra durante la República, y, a pesar de su catolicismo, de ser un terrateniente, era un republicano de ideas avanzadas. Repartió las tierras que poseía en Barañain entre los jornaleros. El 19 de julio fue detenido por los golpistas franquistas en su casa, en presencia de su mujer y de sus hijas, pero gracias a la ayuda de unos amigos carlistas fue sacado de la comisaría y escondido en un una diminuta estancia. Él contó después que era tan pequeña como un armario y sin ventana, en la Casa de Misericordia de Pamplona, muy cerca de la Ciudadela, y desde donde escuchaba cada mañana y cada atardecer los fusilamientos que los franquistas ejecutaban casi a diario contra las murallas. Allí pasó los tres años de guerra. A finales de 1939, sus protectores lo llevaron a la frontera, donde un mugalari le ayudó a pasar a Francia, y, como miles de refugiados republicanos, fue encerrado en el campo de concentración de Gurs.

Días después de que su padre fuera detenido, unos soldados fueron a dar a la familia la noticia de que había sido fusilado. Y les mostraron como prueba algunas ropas suyas ensangrentadas. Al cabo de los días volvieron los soldados, y así hasta tres veces, repitiendo la mala noticia. Así que como cuenta María Luisa en su libro “Voz de nadie”, fue huérfana de padre tres veces. Pero no era cierto, y tras un tiempo les llega la información de que las noticias reiteradas de su fusilamiento eran falsas, que su padre vivía, que justo cuando lo iban a fusilar pudo escapar y esconderse. Temerosas por su destino, y afectas a la causa de la República, guiadas por su madre Carmen Bernal, una murciana de Mazarrón, Maria Luisa, con sus dos hermanas, intentaron escapar a Francia, pero fueron detenidas en el pueblo de Elizondo, allí estuvieron retenidas durante tres meses, hasta que finalmente consiguieron pasar la frontera; pero no se quedaron en el país vecino, sino que regresaron por Catalunya a España, haciendo el mismo periplo de muchos republicanos que no abandonaban a su país; y fueron a parar a Valencia. Cruzaron la frontera en sentido inverso, por Le Pertus, cuando al República ya estaba derrotada, y consiguieron encontrarse con Luis, su padre, en Paris, a finales de 1939. Todos juntos, el 16 de febrero de 1940 partieron del puerto de Le Havre hacia México a bordo del buque “De Grasse”.

En México se despierta en María Luisa una gran vocación teatral, y se inscribe en la academia de teatro del japonés, Seki Sano, discípulo de los revolucionarios escenógrafos soviéticos Meyerhold y Stanislawski. Y participa en el grupo de teatro “Poesía en Voz alta”, que contaba con Octavio Paz entre sus colaboradores y miembros. En los años 50 publicó relatos en el diario mexicano “Novedades” y en la revista “México de la cultura”. Se casó con otro exiliado republicano, Jomi García Ascot, y empezó a colaborar junto a él en películas. Escribió su obra “Voz de nadie”, donde relata desde un punto de vista infantil su viaje en barco como exiliada y las penurias de su familia a llegar al nuevo país. La experiencia de rotura, de quiebra de raíces, de despersonalización que supone el exilio, es lo que dice ella que le orienta hacia el teatro, “con el propósito, sobre todo, de ver si, siendo otra persona, no me enteraba de quién era yo”. Esta explicación narra de forma muy nítida lo desgarrador que es el exilio.

En 1970, con 44 años, decide volver a Pamplona, lo hace acompañada por su hijo Diego, de seis años. El viaje, su deseo de Pamplona, es tan anhelado como decepcionante al realizarse. Es el viaje eterno de la literatura, volver a los lugares donde nos hicimos, donde transcurrió la infancia, volver a ser de nuevo, revivir. Decepcionante porque la Pamplona gris franquista que encuentra ya no es aquella que atesora en su memoria. Todo allí está poblado de sombras. Nadie la reconoce y ella tampoco reconoce a sus recuerdos. “Regresar es irse, volver a Pamplona es irse de Pamplona, voy a volver adonde las cosas no están ya. Ahora, al fin, me atrevo a regresar donde la gente ha muerto. Por eso sé que regresar es irse, irme”. Dirá María Luisa. “Irme de una vida, casi de toda una vida, porque sé que ahora la mirada tan solo va a servir para borrar”. Con esa experiencia desoladora escribe “Tiempo de llorar”, una de los más hermosos textos escritos sobre ese eterno literario, el impulso de regreso a la ciudad natal, a los orígenes, a las raíces.

La única película rodada sobre el exilio republicano en México, “En el balcón vacío”, está dirigida con su guión. Es una película sin recursos, realizada entusiastamente por amigos, los exiliados, que no son profesionales, pero por ello mismo palpita en esa cinta la verdad del exilio, sin ambages. Dedicada a todos los españoles que murieron en el exilio, obtuvo el premio de la crítica en el Festival de cine de Locarno, en Suiza, en 1962.

En la década de los cincuenta y sesenta, María Luisa participó muy intensamente en la vida cultural de México, compartió inquietudes y lucha con sus compañeros exiliados como León Felipe, y con muchos intelectuales latinoamericanos, con quienes compartió amistad y tertulias, como Carlos Fuentes, Juan Rulfo, y Gabriel García Márquez. Convivio un tiempo en la Cuba revolucionaria contando con la amistad de Alejo Carpentier, Lezama Lima y Cintio Vitier. No es muy conocido un hecho decisivo para la literatura mundial, que le debe un enorme favor, como es su participación en la construcción de la novela “Cien años de soledad”, del premio nobel Gabriel García Márquez. En el curso del año 1965 Gabo comenzó a contar a sus amigos las ideas sobre la novela que llevaba años pensando. Entre los más fieles oyentes de esos relatos de Gabo se encontraba María Luisa. Junto a Álvaro Mutis, María Luisa y su marido solían acudir por la tarde a la casa mexicana de Gabriel García Márquez. Gabo había pasado todo el día escribiendo, y cuando llegaban sus amigos salía de su encierro, se tomaba un whisky y se ponía a charlar gustosamente. Y el gran escritor colombiano, percibiendo el interés y pasión con la que María Luisa le escuchaba, empezó a tener una confianza plena en su opinión, ese refrendo que a veces necesita el escritor para poner en público lo que su imaginación desbordante ha pergeñado.

En una de esas tertulias, fue cuando Gabo les contó durante más de cuatro horas su idea completa de la obra “Cien años de soledad”. Cuando Gabo les refirió el pasaje de la novela en el que el cura levita. María Luisa salió del encantamiento y le espetó.

-¿Pero levita de verdad, Gabriel?
Gabo le ofreció una respuesta aún más surrealista.
-Ten en cuenta que no estaba tomando té, sino chocolate a la española.
A las cuatro horas, Gabo le preguntó a María Luisa si le gustaba la posible novela.
-Me vuelve loca –le contestó María Luisa-. Si escribes eso será una locura, una maravillosa locura.
-Pues es tuya –le respondió Gabo.

Tras ganarse su confianza, María Luisa se convirtió en era una privilegiada, y a veces, Gabriel, mientras estaba escribiendo la luego famosa obra, le mandaba algún capítulo terminado a María Luisa, para que lo leyera, antes de que saliera la novela publicada, para saber de su aprobación o crítica. Y Gabo cumplió su palabra, cuando fue publicada “Cien años de soledad”, se la dedicó a María Luisa, en agradecimiento. Quizá sin el apoyo de esa pamplonesa el mundo se había perdido una obra maestra de la literaria y un gran gozo.

Miguel Usabiaba: Director de Herri / Arquitecto, Escritor

Vida y Obra de Ángela Figuera

Vida y Obra de Ángela Figuera

Vida y Obra de Ángela Figuera

 “En sus versos muestra la miseria extrema de España, la desolación de los vencidos y la situación de las mujeres empobrecidas y explotadas.”.

Angela Figuera Aymerich nace en Bilbao, el 30 de octubre de 1902, y muere en Madrid, el dos de abril, de 1984. Hija mayor de la valenciana Amelia Aymerich y de Jesús Ángel Figuera, tuvo que dedicar mucha atención a sus hermanos más pequeños, ya que su madre estaba muy delicada de salud. Fue entonces cuando comenzó a escribir cuentos infantiles y poesía. Natural de La Habana, el padre era catedrático de la Escuela de Ingenieros Industriales de Bilbao; aficionado a la pintura, a la música y a todo tipo de actividad cultural, solía acompañarle su hija hasta que éste murió, en 1926. Ángela lo recuerda en unos versos de 1953:

Mi padre era ingeniero y amaba los paisajes.
Quería capturarlos en rectángulos breves
y llevarlos consigo.
Cuando íbamos al campo o al mar, en vacaciones,
meticulosamente, sabiamente pintaba.

Ángela estudió en el Sacré Coeur, un colegio de monjas francesas y obtuvo el título de Bachiller en 1924, en el Instituto Provincial de Bilbao. Como alumna libre, inicia estudios de Filosofía y Letras, realizando los primeros exámenes en Valladolid y terminándolos en Madrid, ciudad donde se trasladó a vivir la familia en 1930. En 1931 comienza a trabajar en el colegio privado Decroly de Madrid y un año después en el colegio Montessori. En 1933 saca una cátedra de profesora de Enseñanza Media y la destinan a un instituto de Huelva. Ese mismo año se casa con su primo, Julio Figuera, y ambos se trasladan a Huelva. En 1935 Ángela pierde a su primer hijo en un parto muy difícil. En 1936 debe confirmar su nombramiento de catedrática realizando unos cursillos y el matrimonio regresa a Madrid sin saber que ya se está preparando la sublevación de Franco, en Marruecos.

Al comenzar la guerra civil, el marido de Ángela, de ideología socialista, se alista en el ejército. Es en Madrid donde nace su hijo, Juan Ramón, el 30 de diciembre de 1936, cuando las bombas llueven sobre la ciudad. En febrero de 1937, Ángela y su familia se trasladan a Valencia, y allí es destinada al Intituto Alcoy. Dos años más tarde, Ángela pide el traslado a Murcia para estar cerca de su esposo, al que habían destinado a Molina de Segura. En los primeros años de la posguerra, Ángela se dedica a su hijo y a escribir; fruto de ese tiempo es su primer libro, “Mujer de barro”, el cual se publica en 1948. Un año después escribe “Soria pura”; un homenaje a la ciudad castellana, donde pasó algún tiempo y en la que se percibe el influjo de Antonio Machado.

Me fui con tu libro allí
y luego no hacía falta:
todos tus versos, Antonio,
el Duero me los cantaba.
Siempre los canta.
Su trayectoria poética

La trayectoria vital y poética de Ángela Figuera está marcada por su compromiso social y su crítica al franquismo, motivo por el cual la dictadura la desposeyó de su plaza de maestra. En un mundo dominado por hombres, cuestiona el modelo que la cultura impone a la mujer; visión que deja plasmada en su obra poética.

“Mujer de barro” y “Soria pura”, fueron sus poemarios más intimistas y sin una crítica abierta al régimen, pero a pesar de ello los libros tuvieron problemas con la censura por su sensualidad y velado erotismo. En su libro, “Vencida por el ángel”, de 1950, irrumpe la “etapa preocupada”; uno de los mayores ejemplos de la poesía social española de postguerra. El poemario muestra la miseria extrema de España, la desolación de los vencidos y la situación de las mujeres empobrecidas y explotadas. Prosigue su obra Con “El grito inútil”, de 1952, libro en el que se consolida su nueva forma de escribir: verso libre donde predomina la anáfora, el apóstrofe y la metonimia. En sus versos distingue entre la explotación del hombre por el trabajo y el de la mujer, cuyo protagonismo viene dado por la maternidad y la casa; en el poema Rebelión, queda la huella:

Serán las madres las que digan: Basta.
Esas mujeres que acarrean siglos
de laboreo dócil, de paciencia,
igual que vacas mansas y seguras.(…)
No más parir abeles y caínes.
Ninguna querrá dar pasto sumiso
al odio que supura incoercible…

Le siguen, “Los días duros” y “Víspera de la vida”, en 1953. En “Víspera de la vida”, Ángela reclama el pleno sentido de vida, sin tener que dar “úteros fecundos, hornos de dios”, donde los hijos crecen en un mundo en el que ellas no han tenido la palabra.
Pensando que en una ciudad grande les resultaría más fácil pasar inadvertidos para poder reconducir sus vidas, el matrimonio decide regresar a Madrid. En 1952, Ángela comienza a trabajar en la Biblioteca Nacional, y al poco tiempo se incorpora al servicio de bibliobuses; sistema que se ocupaba de llevar libros a la periferia de Madrid. En una carta que escribió a Blas de Otero, en 1956, Ángela contaba:
“Sabrás que a mi vejez he resuelto dedicarme a la vida activa y trabajo por la mañana en la Biblioteca Nacional y por la tarde en una biblioteca ambulante o bibliobús que va prestando libros por los barrios extremos y suburbios madrileños. Este último es un servicio estupendo y yo lo hago encantada, con verdadero apasionamiento, aunque la remuneración es muy pequeña, como todas las que se cobran en España salvo raras y casi siempre honrosas excepciones. Se pone uno en contacto con el pueblo y se le orienta y se le educa en la lectura y no sabes cómo lo agradecen y qué contentos y amables se muestran con nosotros las bibliotecarias, y hasta nos toman afecto…”.

En 1953, es consciente de que no conseguirá publicar el libro que estaba terminando, “Belleza cruel”, en el que reafirma su compromiso con los desfavorecidos. Las expresiones de este libro son más enérgicas, el lenguaje más conciso; su tono acusa desesperación. Sabe que no será fácil pasar la censura para la edición y decide enviar el manuscrito a unos amigos que residían en México. Sin advertir a la autora, presentaron el libro al premio de poesía, Nueva España; el libro consiguió el premio de poesía Nueva España, concedido por la unión de Intelectuales Españoles de México. “Belleza cruel” se publicó en México, en 1958, con un prólogo de León Felipe que causó un gran revuelo en España.

En España, “Belleza cruel” circuló en pequeñas ediciones clandestinas. Ángela dijo: “Belleza cruel”, con eso de publicarse en México y no estar censurado aquí, me está costando más molestias, disgustos y dinero de lo que vale. Todos lo quieren, recibo muy pocos, una o dos librerías de Madrid lo venden con cuentagotas y con precauciones… Tengo otro terminado, “Toco la tierra”, que está en Francia para publicarlo en Shegers, en edición bilingüe. Pero si tardan demasiado, aún no hemos hecho contrato, ya les he dicho que lo retiro e intentaré que salga aquí, aún no sé dónde ni he hecho gestión alguna ni sé si lo pasará la censura. ¿Por qué seré tan «mala» que tengo que verme en estas dificultades”. “Belleza cruel” consolidó a su autora como una de las grandes voces de la poesía social del momento. En 1969, Invitada por el librero exiliado, Alfredo Gracia, visitó México. Tras escribir “Letanias”, en 1962, obra que se resume en unas pocas composiciones circunstanciales, Ángela guardó un largo silencio; silencio sólo roto para publicar dos libros infantiles y poemas sueltos.

Emilio Miró denominó a Gabriel Celaya, Ángela Figuera y Blas de Otero como “el triunvirato vasco de la poesía de posguerra”. En 1971, cuando el matrimonio regresó a Madrid nadie parecía esperarla y, por otro lado, ella se mantuvo alejada de los ambientes literarios. Ángela fue crítica con el modo en que se realizó la transición, tras la muerte del dictador, pero no pudo manifestar la crítica en sus textos porque ya estaba muy enferma y sin fuerzas.

El olvido

Pocas antologías de La Generación del 27 recogen su nombre. Será la “Antología de la poesía social del año 1981”, de Leopoldo de Luis, donde aparece por primera vez, y junto a ella sólo hay tres mujeres más: Gloria Fuertes, María Beneyto y María Elvira Lacaci. En total, la antología recoge la obra de 30 poetas, 26 de ellos son hombres.
En palabras de Miguel Barrero: “En el caso de Ángela Figuera Aymerich, están claros los motivos que provocaron que en su propia época no ocupara nunca un papel protagonista: era mujer, pertenecía al bando derrotado en la Guerra Civil y su poesía, lejos de camuflar esa condición o de adaptarla al gusto de la retórica triunfante, incidía en ella y la empleaba como base desde la que lanzar una mirada ácida, rabiosa y escéptica a la sociedad que se desenvolvía en sus alrededores”.
El libro de “Cuentos tontos para niños listos”, se publicó primero en Monterrey (México), en 1979; en España será en 1980. En 1984 llegó a las librerías la que fue su última obra, “Canciones para todo el año”, después de su muerte.
La desmemoria sobre la poeta se ha mantenido hasta que la editorial Hiperión publicó sus obras completas, en 1986. Sus poemas son comprometidos y rotundos, exponen el desarraigo existencial con el que vivieron quienes rechazaron la posibilidad del exilio. Vivir entre los verdugos del régimen fascista exigía mucha valentía. Ángela desarrolló su labor creativa durante las décadas más duras de la dictadura, en la que había una férrea censura. Sus libros debían pasar por el control y obtener la autorización para su publicación. Todos los expedientes de su obra publicada en España están en el Archivo General de la Administración Civil del Estado en Alcalá de Henares.

Es de justicia recuperar la poesía de esta mujer sensible y comprometida con los desfavorecidos, con los vencidos y con la mujer, principal víctima de las guerras y de las dictaduras. En el año 1950, Ángela escribía en el poema, “Exhortación impertinente a mis hermanas poetisas”, publicado en el nº 45 de la Revista Espadaña .

Levantaos, hermanas. Desnudaos la túnica.
Dad al viento el cabello. Requemaos la carne
con el fuego y la escarcha de los días violentos
y las noches hostiles aguzadas de enigmas.
No os quedéis en el margen….

Ángela ha sido condenada al olvido, primero por un régimen cruel, y después por la desidia de los gobiernos que no ha sabido afrontar la memoria histórica con la dignidad que las víctimas merecen.

Teresa Galeote Dalama es escritora: Los días largos, Más allá de las ruinas, El eco de las palabras, Daños colaterales, y Los hombres que no amaban a las mujeres, forman parte de su obra literaria.

Amparitxu, también poeta.

Amparitxu, también poeta.

Amparitxu, también poeta.

Amparo era poeta antes de la anunciación de Gabriel. También poeta,además de una mujer brava, inteligente y solidaria.

En 1955 la Colección Doña Endrina publica en Guadalajara el poemario Coser y cantar de Amparo Gastón y Gabriel Celaya.
Burla, burlando,
como el amor,
multiplicamos
más que por dos.

En 1958 Amparo Gastón consiguió con su libro “A flor de labio” el segundo premio, la Orquídea de Oro, entre los 180 participantes en el concurso internacional de poesía convocado en Venezuela por la revista Lírica Hispana.

He ido por el mundo con un ansia vivísima
de agrupar en ramilletes sus bellezas
y de preguntar a las violetas
por qué son tan pequeñas y tan tristes.
He deseado saber por qué las magnolias
están formadas de besos olvidados en los parques
y las camelias son novias que no han existido
y han amado.

El poemario, dedicado ‘a Gabriel, el de mi anunciación’, lo publicó en 1972 Fuendetodos, la formidable colección que reunió a Gabriel Celaya, Blas de Otero, Miguel y José Antonio Labordeta, Vicente Aleixandre, Leopoldo de Luis y Ramón de Garciasol. El libro de Amparitxu está ilustrado por Eduardo Chillida.
Quiero huir como sea de este silencio helado,
de este Dios que me manda sin que yo lo comprenda,
envuelto en sus designios, cada vez más eterno,
ignorando mi vida, mi dolor y mi muerte.

Amparo era poeta antes de la anunciación de Gabriel. También poeta, además de una mujer brava, inteligente y solidaria.
Era una tarde silenciosa,
una tarde de siega de silencios,
una tarde de sombreros de paja,
con aliento de trigo,
de calor y de tierra.
Era una tarde rota y muerta,
con un polvo en los ojos
de niebla húmeda y caliente,
tristísima ceniza
de sueño y de venganza.
Era allí, sobre las piedras blancas,
destrozadas y muertas,
sin aristas,
redondas, pálidas y grises,
era allí por donde pasaron
tres señores hablando,
con botas de charol y barbas negras.

Además de quererla, hay que leer a Amparo Gastón. Sus poemas se hacen de todos, incluso cuando solo se los dedica a su compañero.

Eres toda mi vida,
todo mi destino,
pero cuando te veo
invadido de sol y de palomas blancas
me pareces
una criatura pequeñita:
algo que no tiene origen.
Y por eso me pareces divino:
tan bello como un niño.

José Manuel Martín Medem: Director de Mundo Obrero