Cultura vasca con «alma roja»

En el año 2019 el área ideológica del Partido Comunista de Euskadi-EPK ponía en marcha la recuperación de la revista ERI, una publicación histórica del Partido que era elaborada, editada y vendida en Euskadi por el partido allá por los años treinta y que tuvo una importante repercusión e influencia en las capas obreras más concienciadas de nuestro país. Una publicación caracterizada por una concreta y cuidada estética como herramienta de difusión de las ideas.

La idea, surgida de la cabeza de su actual director Miguel Usabiaga estaba exenta de cualquier tipo de intencionalidad nostálgica, pero sí pretendía conectar el espíritu y la estética de la publicación de los años treinta con una nueva publicación que fuera capaz de hacerse atractiva en los poblados kioskos y librerías del siglo XXI.

Porque como ya hemos explicado en editoriales previas, ERI no aspira a ser una publicación de consumo interno para quienes militan en el Partido Comunista, ni tan siquiera una publicación para ser adquirida por quienes simpatizan con el PCE-EPK o se encuentran entre los votantes “fieles” de Izquierda Unida o de las coaliciones con Podemos. ERI aspira a ser una revista de pensamiento, cultura y política atractiva para quienes se acercan a un kiosko sin necesidad de responder a la pregunta “¿Y tú de quién eres?”.

La primera etapa de esta vuelta de la revista culminó el pasado mes de Diciembre de 2020 con la publicación del número doce de la publicación dedicado a Lenin, poniendo así un pequeño broche al objetivo cumplido de mantenernos en los kioskos de cara al público y garantizar la continuidad de ERI en una segunda etapa que pueda basarse en los aciertos y en la corrección de los errores de los primeros doce números.

Desde el consejo de redacción de ERI somos conscientes de que no hubiéramos llegado hasta aquí si la revista no tuviera sus lectores que acuden a por ella al kiosko, ni sin aquellos que la leen u ojean prestada por alguien. Por eso queremos aprovechar este número trece, primero de la segunda etapa de ERI tras su regreso, para agradecer a quienes os habéis acercado a adquirirla y también a quienes la estáis leyendo sea cual sea la forma en la que ha llegado a vuestras manos. Y también para animaros a seguir haciéndolo en adelante.

En esta ocasión volvemos con una publicación centrada en el mundo de la cultura como ya hiciéramos en los números sobre Pablo Picasso o Frida Kahlo. Si bien, en esta ocasión hablaremos de un ámbito mucho más cercano, hablaremos de la cultura desde casa, desde nuestra casa, desde nuestro país, nuestra cultura, nuestra historia… la cultura vasca en la que la tradición comunista tiene su lugar indiscutible y que queremos poner en valor y recordar.

La interrelación entre el PCE y el mundo de la cultura es conocida y ha sido prolija y constante desde los años treinta hasta la actualidad con momentos especialmente intensos y protagonistas de gran relevancia nacional e internacional. Esa relación ha sido también una de las señas de identidad del movimiento comunista en muchos países, y el de los vascos no lo ha sido en menor medida, aunque también aquí como en otras partes ha sido desprovista de su alma roja por el relato oficial.

De ahí la necesidad de ERI de recuperar esa parte de nuestra cultura que no se entiende sin su alma roja.
El asunto da para muchos números de nuestra publicación por lo que hoy no hacemos más que comenzar con una mirada a algunos protagonistas muy concretos y a una disciplina cultural concreta, pero ambos –autores concretos y disciplina concreta–, como parte de una larga historia y un universo cultural muy amplio y también muy heterogéneo, pero caracterizado precisamente por ese “alma roja” al que aludimos anteriormente.

Jon Hernández

Secretario General
del Partido Comunista de Euskadi