POEMA DE GABRIEL CELAYA
Miguel ven
VEN, MIGUEL
Han llamado a la puerta, y no, no era Miguel
tampoco esta vez. ¿Por qué no viene, por qué
es imposible que venga? Le estoy esperando siempre
para hablar como tan sólo podría hablar con él.
¡Le necesito tanto! Porque él resolvería
con un solo zarpazo lo que no logro entender.
Han cambiado los tiempos, ¡vaya si lo sé!,
y ahora está tan de moda jugar al ajedrez
que añoro aquella furia solar y aquel tajante
distinguir al ibero toro del manso buey.
Barajo y más barajo sus versos abrasados
mas su verdad radiante despierta aún más mi sed
de tenerle aquí al lado, para luchar, y ser.
Gabriel Celaya.
1974