Lina Odena
Paulina, “Lina”, estrecha colaboradora de Dolores Ibárruri, con la que realiza la campaña electoral de febrero de 1936 en Asturias.
Allá por los primeros años de la década de los 90, tuve la oportunidad de conocer por primera vez a Paulina Odena García, fue en la Facultad de Filosofía y Letras de Cartuja (en Granada), en una clase magistral de mi profesor y amigo Rafael Gil Bracero. En su apasionada explicación sobre el conflicto civil en España mencionó su nombre, era uno de los pocos nombres femeninos que había escuchado en mis años de formación académica, lo que despertó mi curiosidad sobre ella. Con los años y la investigación su nombre surgió aquí y allá, hemos llegado a ser incluso camaradas compartiendo ese precioso proyecto de construir un mundo nuevo. Ahora con estas letras quiero rendirle homenaje, ese reconocimiento que no recibió y que llevó sus huesos a una fosa común del cementerio de Granada, precisamente en los años 90.
Juan Francisco Arenas de Soria.
Profesor de Geografía e Historia y miembro de la Asociación Granadina Verdad Justicia y Reparación. Foro de la Memoria. El independiente de Granada. 28/09/2019
Paulina, “Lina”, nace en el barcelonés barrio del Ensanche en enero de 1911, en el seno de una familia humilde que vivía gracias al trabajo en una sastrería. Pronto sentirá Lina inquietudes por el mundo que le rodea y al calor del revolucionario cambio que supone la proclamación de la Segunda República Española en 1931 se interesará por la militancia política, la cual comenzará a realizar en las Juventudes Comunistas (JJ.CC), convirtiéndose pronto en un cuadro político con una importante proyección en el ámbito juvenil y del propio Partido Comunista de España.
Es precisamente por su valía por la que será seleccionada para participar en la formación de jóvenes que se desarrollará en la Unión Soviética. En 1934 Lina participará en los disturbios que se producen en Barcelona como consecuencia de la declaración del Estado Catalán en el marco de la huelga revolucionaria lanzada contra el gobierno radicalcedista, lo que la llevará una temporada a la cárcel. Tendrá una estrecha relación con Dolores Ibárruri, con la que realiza la campaña electoral de febrero de 1936 en Asturias, siendo persona de referencia en la organización de las jóvenes comunistas en España, a la vez que trabaja en la unificación de las juventudes comunistas y socialistas, el proyecto de la JSU (Juventudes Socialistas Unificadas), que se comienza a fraguar en marzo de 1936.
Al producirse el golpe militar en julio de 1936, Lina se encontraba en Almería preparando el congreso de unificación de las juventudes socialistas y comunistas de la provincia, se involucra de lleno en la defensa de la República frente a los golpistas.
En Almería se suma a los esfuerzos de organización del diputado comunista Adriano Romero, se pondrá al frente de una columna en la que tienen una importante presencia las tropas de aviación procedentes de la base de Armilla, vistiendo entonces ese uniforme de aviación con el que quedaría inmortalizada (AHPCE, Mundo Obrero, 22/09/1936, contraportada). Una de las columnas que parten hacia Motril para liberar la ciudad del control de los sublevados llevará el nombre de la dirigente comunista, la cual participa en las acciones realizadas en la capital de la costa granadina.
Lina Odena estará junto con el diputado granadino del Frente Popular Antonio Pretel en ese intento de recuperar Granada, que debido a la llegada de tropas de la Legión y Regulares a través de la conexión aérea establecida por Queipo de Llano, se acabará convirtiendo sólo en un lejano sueño. Viajarán juntos a Madrid en un desesperado intento para conseguir armas y refuerzos del Gobierno de la República para los frentes granadinos. La joven dirigente comunista recorrió en multitud de ocasiones los frentes en la zona de Iznalloz, en una de estas ocasiones, en término municipal de Albolote, en la conocida como Cuesta de las Cabezas se desvió, lo que produjo un fatal encuentro con un control de falangistas, ésta al verse rodeada se suicida con su pistola. Según informa Mundo Obrero el 22 de septiembre, su cuerpo se convierte en un trofeo de las tropas insurgentes que lo pasean por la ciudad de Granada, en este particular el periodista granadino Gabriel Pozo Felguera discrepa.
“…El periódico El Sol la calificaba de heroína, inteligente y gran organizadora, así se lo reconocían los campesinos de Granada, los marineros del buque Libertad, los aviadores y todas las fuerzas que formaban la columna de la que ella era jefa. Publicaron que había sido reconocida y los falangistas la pasearon como un trofeo por las calles de Granada. No fue así, sólo una exageración periodística…”
“El grave error que condujo a la muerte a la ahijada de ‘Pasionaria’ en el Cubillas”, diario digital El Independiente de Granada, 1/04/2018. Gabriel Pozo Felguera.
Su cuerpo es enterrado en el cementerio granadino, donde estuvo en una tumba hasta que el olvido y la falta de sensibilidad de las autoridades locales llevaron a su traslado a una fosa común en los años 90.
La relación entre Antonio Pretel y Lina Odena debió de tener una gran intensidad en estos tiempos de excepcionalidad, ya que años después en sus comunicaciones con la dirección del PCE, y bajo el mando de Dolores Ibárruri que estaba reconstruyendo el relato de aquellos momentos, el diputado del Frente Popular se comprometió a escribir sobre ella con Irene Falcon (AHPCE, Carta a Irene Falcón que acompaña al documento “Mártires y héroes en Granada”). No sabemos si llegó a escribir finalmente, pero fue una relación que dejó una profunda huella en Antonio como atestigua también su hija María Luisa Pretel. En su escrito “Mártires y héroes en Granada” la mencionará en varias ocasiones, ya que se terminará convirtiendo en un imprescindible apoyo en las operaciones en el frente granadino.
“…Los camaradas me llevan a Almería. El joven socialista Ramos muere de la herida recibida por falta de cirujano que le amputase la pierna. Allí me encuentro a Lina Odena, dirigente de la J.C., y otros camaradas. Me cuentan el ambiente de euforia que existía en la ciudad. Convenimos que sería útil instalarme en el despacho del gobernador (republicano), que acepta complacido. Me preparan una cama en un diván del despacho con los teléfonos y el teletipo al alcance de la mano…”.
AHPCE, Mártires y héroes en Granada”, pp.12
Herido en la toma de la ciudad accitana Antonio Pretel se refiere en estos términos a Lina Odena, en el momento de los preparativos para la toma de la capital granadina.
“…acompañado de Lina Odena, que se convierte en mi enfermera, mi consejera y mis pies y mis manos…”
AHPCE, “Mártires y héroes en Granada”, pp.13
Lina Odena pasará a convertirse en un referente en el imaginario colectivo republicano en la lucha contra el fascismo, un símbolo para las mujeres antifascistas, junto a otras como Aída Lafuente heroína de la revolución de Asturias, muerta en Oviedo en octubre de 1934. Así las veremos a ambas ocupando la portada de Mundo Obrero el 5 de octubre de 1936.
El dirigente juvenil comunista Trifón Medrano, la recuerda desde la contraportada de Mundo Obrero.
“…En todos los rincones de Cataluña ha resonado la voz juvenil y vigorosa, llena de entusiasmo, que electrizaba a sus oyentes porque expresaba los mismos nobles sentimientos que el pueblo al que hablaba. Forjadora de la Unión de Juventudes Comunistas de Cataluña, su dirigente durante años, ha dejado honda huella en el movimiento juvenil, social y nacional catalán. El espíritu magnífico de toda la juventud catalana vibró en ella en los días inolvidables de octubre de 1934. Los episodios de La Rabassada cuentan entre sus principales protagonistas a esta muchacha de temple de acero, forjada en el crisol del Partido Comunista (…)
…Almería primero, después Baza, Guadix, todo el frente granadino ha sido teatro de su entusiasmo incansable: de su alegría juvenil, contagiosa en los momentos difíciles de la lucha: de su responsabilidad en los más complejos trabajos. No sólo los milicianos, los aviadores, los marinos saben de su entereza y su capacidad…”
AHPCE, Mundo Obrero, 22/09/1936, “Ha muerto una heroína del pueblo”. Trifón Medrano.
Y para poner fin a este breve artículo, cerrarlo con las palabras que Dolores Ibárruri le dedica desde el profundo dolor de su reciente muerte desde las páginas del periódico Mundo Obrero en septiembre de 1936:
“…Lina Odena era para cada una de nosotras la hermana, la amiga, la camarada. ¡Qué difícil es resignarse a no volverla a ver, a no oír su voz, con fuerte acento catalán, que hablaba de trabajo, de organización de victorias, de triunfos decisivos sobre el fascismo!.
¡Lina querida!… Mis ojos se empañan de lágrimas y no me avergüenzo de mi llanto, porque lloro por ti; por ti, que para nosotros eras una fundada esperanza para la obra titánica de la educación de la juventud; por ti, que eras nuestra más querida compañera, nuestra hermana…
Eras la primera para el sacrificio, para el trabajo. Lina Odena no regateaba ningún sacrificio; sabía a pesar de su juventud, del dolor de la cárcel, de la vida ilegal, del brutal trato carcelario… Ella supo, en los días memorables de Octubre, ocupar su puesto, y, como ahora, empuñar un fusil… Fue herida. Y cuando recordaba aquellos hechos, cuando ella recordaba como huían las fuerzas reaccionarias ante el avance de un grupo de camaradas, entre los que ella era el alma, provistos de fusiles que habían cogido en Barcelona, reía a carcajadas, con risa contagiosa, y en sus ojos brillaba el entusiasmo y la fiebre de la lucha.
Sentía como nadie el amor a su tierra, a su Cataluña, que ella soñaba libre, nacional y socialmente; pero su profundo sentimiento clasista le hacía luchar al mismo tiempo que por la liberación de su pueblo, por la liberación de todos los pueblos, de todos los oprimidos. La criminal sublevación la sorprendió en Almería, y ella, catalana, ardiente defensora de las aspiraciones de Cataluña, pensó que su deber revolucionario era estar al lado de sus hermanos andaluces para animarles con su ejemplo, para sacrificar su vida si era necesario, para ofrendarse en aras de la revolución.
Su muerte ha sido un gesto heroico; las Aída Lafuente, las Lina Odena sólo se dan en el pueblo, que pasa su vida con constantes sacrificios, con heroicidades anónimas, con sublimes abnegaciones. Ella recordaba siempre a Aida Lafuente, y, como ella, supo morir, con gesto que inmortalizarán los bronces, de manera que su nombre quedará para siempre anclado en la historia revolucionaria de España.
Con nuestro camarada Pretel dirigía una columna: la columna que tiene puesto cerco a Granada.
Salió de avanzada con otro compañero en un coche; se persiguieron y fueron a caer en las filas enemigas; se defendieron; agotan todas las balas de su pistola, disparando contra el enemigo que rodeaba el coche. Vendió cara su vida. La última bala fue para ella; no quiso caer en las manos del enemigo, y se pegó un tiro. Su cuerpo fue llevado por el enemigo a Granada como un trofeo.
Los obreros, los campesinos, los soldados, los marinos y los aviadores que luchaban con ella, que la querían como a sí mismo, crispan hoy los puños con dolor, y, desesperados, prometen vengarla. ¡Lo cumplirán!… Y mañana, cuando las notas triunfales de los cantos del pueblo que aplastará al fascismo llenen las calles de Granada, y las banderas de la victoria ondeen triunfadoras en el Alcázar, testimonio de pasadas grandezas, el recuerdo de Lina Odena, de la joven comunista que dio su vida por la liberación de Granada, vivirá por sobre todo, hablando a las futuras generaciones de lo áspero del camino que hubo que recorrer en la conquista de la libertad.
¡Lina Odena! ¡Guía de la juventud! ¡Ejemplo admirable de heroísmo, de abnegación, de sacrificio: ante tu cuerpo sacrificado se inclinan en doloroso homenaje nuestras banderas! Has entrado de lleno en la inmortalidad; mañana, cuando tus verdugos hayan sido aniquilados iremos a depositar sobre la tierra libre de Granada, que cubrirá tu cuerpo, las flores de nuestro cariño, las siempre vivas de nuestro afecto. Te recordaremos siempre y tu nombre será la bandera de todas las mujeres que luchan contra el fascismo, que luchan contra la opresión…”
“…No estabas a nuestro lado y, sin embargo, te sentíamos cerca de nosotras. Te necesitábamos; no podíamos cubrir tu puesto de trabajo porque eras única. Siempre dispuesta, activa, cariñosa, abnegada, riendo con sano optimismo ante las mayores dificultades… Y ahora ya no eres…¡Lina Odena ha muerto!, nos han dicho, y no podíamos creerlo. No podíamos hacernos a la idea de que tú faltases para siempre de nuestro lado…”
Dolores Ibárruri, Mundo Obrero 23/09/1936
Archivo Histórico del Partido Comunista de España (AHPCE), Mundo Obrero, 23/09/1936, Carta de Dolores Ibárruri a Lina Ódena.